Desde 2014 a la fecha.
Debido a la vulneración de derechos y libertades fundamentales voté negativamente en el Congreso la conciliación del proyecto de Código Nacional de Policía y Convivencia y solicité su archivo por inconveniencia política y claros vicios de inconstitucionalidad.
La Ley 1801 del 2016 tal como se aprobó promueve una ideología prohibicionista y no reconoce las libertades como un pilar esencial de un Estado Social de Derecho. En concreto se afectan tres derechos fundamentales: Trabajo, protesta pacífica e intimidad familiar.
Es así como promoví ante el Congreso, que se incluyera un artículo en el cual se estipulaba que el Gobierno Nacional y las autoridades municipales deberían diseñar e implementar POLÍTICAS PÚBLICAS para proteger el derecho al trabajo de las personas que dependan de la actividad informal, reubicándolas en sitios donde puedan desarrollar su actividad de manera permanente, sin causarle daños a los únicos bienes de subsistencia que tienen a su disposición.
Así mismo, propuse en la Plenaria de la Cámara de Representantes, en memoria de Diego Felipe Becerra, la defensa del Graffiti como medio legítimo de ejercer el arte callejero, que no justifica el uso de la fuerza por parte de la policía contra nuestros jóvenes. El texto que se propuso destaca que bajo ninguna circunstancia el ejercicio del graffiti, justificará por sí solo, el uso de la fuerza, ni la incautación de los instrumentos para su realización.